La mirada del DRONE: tecnología aplicada a nuestra labor como Entidad Patrocinante

enero 26, 2022 4:36 pm

Hoy en día cada vez es más común ver drones por el espacio aéreo de nuestras ciudades y pueblos. Pero, ¿qué es exactamente un drone?

Son definidos como:

“pequeños vehículos aéreos no tripulados”

y tienen diversas especificaciones según los usos a los que estén destinados, ya sean para uso personal o por razones profesionales.

Si nos planteamos la adquisición de esta herramienta, deberemos tener en cuenta el alcance, que es la distancia que se alejará de su punto de inicio y/o de su monitor, tanto de manera horizontal como en altura; y la autonomía, es decir, cuanto durará su batería. Otros elementos a tener en cuenta serán la resistencia de las hélices frente a vientos fuertes y la calidad de la cámara fotográfica, entre otros.

Si nos planteamos la adquisición de esta herramienta, deberemos tener en cuenta el alcance, que es la distancia que se alejará de su punto de inicio y/o de su monitor, tanto de manera horizontal como en altura; y la autonomía, es decir, cuanto durará su batería. Otros elementos a tener en cuenta serán la resistencia de las hélices frente a vientos fuertes y la calidad de la cámara fotográfica, entre otros.

En Chile el uso de estos vehículos de manera no-recreativa está regulado por las Normas Aeronáuticas DAN-151 -dictadas por la Dirección General de Aeronáutica Civil que entró en vigencia el 10 de abril de 2015-, y por el Reglamento del Aire, Dan-91;  siendo el primer país de Latinoamérica en generar este tipo de normativa. Sin embargo, si se usa para ocio no cuenta todavía con una regulación clara.

A nivel global, para la planificación urbanística y el diseño arquitectónico los drones se revelan como herramientas prácticas: nos permiten conocer cuestiones y aspectos que antes eran complejos de captar, tales como la implantación exacta y real de los edificios, el diálogo de estos con el entorno, la relación con el tejido construido preexistente, etc. A la vez, el fácil acceso a los mapas en línea y herramientas como Street View de Google, han permitido una mayor comprensión por parte de la sociedad de los tejidos urbanos y naturales; lo que abre debates y sinergias entre la creación de contenido y su visualización más allá de los ámbitos académicos y profesionales. Es decir, se está democratizando y colectivizando la comprensión de las representaciones aéreas del espacio. 

Los drones son grandes herramienta para apoyar los procesos de planificación y de zonificación urbana, pues tienen un gran potencial en tareas como la actualización de las fichas catastrales de los municipios, la verificación y acotación de la información urbana preexistente, el monitoreo de las grandes superficies de reservas naturales, o el control de los movimientos de reasentamiento que se pueden dar en procesos de mejoramiento de la infraestructura urbana.

Actualmente, en el campo de producción de vivienda el uso más generalizado es el monitoreo de los procesos de construcción en obra, tales como el trabajo en fachadas o techumbres, ya que permite una fiscalización continua y exhaustiva que va más allá del alcance de los y las profesionales. En nuestra labor como entidad patrocinante, al disponer de diversas formas de registro –fotografía, vídeo, composiciones de 360°, time-lapse, entre otros-, se abre un mundo de posibilidades para representar los antes, durante y después de la actividad constructiva y que puede sumar a esa democratización del conocimiento arquitectónico. Es decir, todo el registro gráfico obtenido a través de estos vehículos pueden contribuir de manera muy gráfica y didáctica a la comunicación con las comunidades con las que trabajamos, a la vez que nos permite levantar imágenes con un mayor conocimiento situado: podemos ver el movimiento de las personas, la apropiación espacial, detalles socio-culturales intrínsecos de cada barrio o población, texturas, vegetaciones, etc.

Si recapitulamos para cerrar esta reflexión, el drone se presenta entonces como una herramienta muy importante para el futuro de la arquitectura social, del urbanismo y de la gestión territorial, ya que nos acerca a una mejor comprensión de nuestro hábitat a la vez que nos permite generar registros sencillos del mismo que todas las comunidades pueden entender, sin necesitar formación técnica. Los diferentes rangos de precio y sus diversas características permiten también una accesibilidad relativamente fácil, lo que consideramos estratégico para que tanto la ciudadanía organizada como los pequeños estudios de arquitectura y urbanismo puedan adquirirlo.

El drone, un imprescindible en nuestro equipo de Verde Azul, nos abre un mundo de infinitas posibilidades para entender mejor y fortalecer nuestros hábitats y comunidades.